miércoles, 29 de junio de 2011

Cerebro ético: atajo emocional ante dilemas.


Hace tiempo escribí sobre el primer video que la Universidad de Navarra publicaba bajo su proyecto “Los secretos de tu cerebro” y pudimos ver como explicaban de manera muy amena e instructiva los fundamentos del humor. Ahora le llega el turno a una parte de nuestro ser que es crucial en nuestra vida como es la toma de decisiones que impliquen dilemas éticos y el papel que juegan las emociones en ellas.

Resumiendo:

  • Los experimentos citados en el video parecen indicar que en situaciones límite donde debamos tomar decisiones que tengan consecuencias directas se verá implicada la inteligencia emocional.
  • Si las consecuencias de esa decisión son indirectas tomara el control la inteligencia analítica.
  • Parece ser que existe una moral innata, un atajo emocional en la toma de decisiones.
  • Las personas utilitaristas evitan este atajo emocional innato.
  • Tenemos capacidad para frenar los impulso emocionales.


Experimentos:

En el vídeo se nos plantean varios experimentos en los que se planteaba distintas situaciones límite a los sujetos mientras se les aplicaba un escáner de resonancia magnética.



La primera situación planteada es la siguiente:  Usted se encuentra con otra persona en un puente que cruza una vía de tren. Se percata de que en un extremo de la vía hay un grupo de 5 operarios trabajando, sin embargo por el extremo opuesto, y en dirección hacia los operarios, se acerca un tren. ¿Arrojaría a la persona que está a su lado con el fin de salvar a los operarios?. La mayoría de las personas decide no arrojar a nadie a la vía en 5 segundos.

En la segunda situación usted se encuentra delante de una palanca que es capaz de modificar el rumbo de un tren que se dirige hacia otros cinco operarios, no obstante el nuevo rumbo se dirigirá hacia una persona.  ¿Activara la palanca?. En este caso la mayoría elige activar la palanca salvando el mayor número de personas.

La principal diferencia entre ambos casos es que en el segundo se activan de manera más intensa zonas relacionadas con el cálculo coste/beneficio. Justo al mismo tiempo que se reduce la actividad en las áreas que procesan emociones. Aquí hacemos referencia a dos tipos de inteligencia la analítica y la emocional ambas asentadas en hemisferios distintos. En palabras de la directora del proyecto Natalia López Moratalla
“El frontal izquierdo procesa de forma más sistemática y lenta. Por ejemplo, una reflexión, aunque sea breve, nos mueve o no a una ayuda solidaria a víctimas desconocidas de catástrofes en países lejanos. El hemisferio derecho procesa de forma más intuitiva, global y rápida. Por ejemplo, nos sentimos urgidos ipso facto a socorrer a alguien en grave peligro. Salvo patologías, ambos sistemas están conectados y actúan armónicamente”
Otro dato que se obtuvo de el análisis de eso experimentos fue la diferencia de tiempos que se registraron en la toma de decisiones.  Mientras que en la primera situación se eligio en 5 segundos en la segunda los sujetos tardaron 7.
“Las técnicas de neuroimagen detectan una activación intensa y rápida, en cinco segundos, en zonas de la corteza cerebral que procesan las emociones que afectan a la relación con los demás, cuando se trata de una acción directa. Saltar esa barrera y decidir en otra dirección requiere la memoria que detiene la información emocional durante los dos segundos más necesarios para analizar la relación coste/beneficio de cada opción, guiada por las convicciones personales



Estas evidencias están siendo esgrimidas en la defensa de una moral innata y universal en el ser humano. Una moral cuya ley básica seria “no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”. Esto haría que sintiésemos agrado por ayudar a otras personas y desagrado cuando las dañamos.


La toma de la decisión.

Pero adentrémonos en el cerebro y observemos que es lo que ocurre exactamente en él durante la toma de una decisión. Se puede dividir el proceso en dos pasos.


El primer paso para decidir es generar la emoción. El hipotálamo segrega oxitociona y vasopresina, y junto con la amígdala cerebral evalúan el significado biológico que puede ser positivo o negativo. La amígdala es un nudo de comunicaciones que une emoción y motivación y a su vez conecta con vario puntos de la corteza. Uno de estos puntos es la región orbito frontal. Esta zona frena los impulsos automáticos y decide con los valores que se han ido asimilando durante la vida. Todo este primer paso hace que afloren los sentimientos pero en este punto no son determinantes.

El segundo paso es más lento y en él se busca analizar y valorar la respuesta con respecto a las convicciones personales adquiridas. Para estudiar en esta parte del proceso se realizaron los mismos experimentos que ya explique arriba pero con grupos característicos.

Las personas de un grupo tenían una lesión en el nudo de comunicaciones frontal, el resultado fue que estas personas tomaban la decisión de salvar al mayor número de personas en el primer caso y en un tiempo muy bajo. Sin embargo, cuando deben elegir accionar o no la palanca su conducta es normal. La conclusión obtenida es que estas personas son extremadamente utilitaristas y debido a la lesión cerebral no disponen de la guía que suponen las emociones en la toma de decisiones.

Otro grupo de personas que participaron en el estudio estuvo formado por personas muy utilitaristas entrenadas en el cálculo coste beneficio como norma de conducta. El resultado fue que estas personas eligen arrojar a una persona a la vía, y accionar la palanca en un tiempo de 7 segundos. Necesitan  dos segundos más para que el sistema que analiza el coste-beneficio se imponga a la emoción natural de rechazo a dañar directamente a otra persona.




En esta segunda fase de la toma de la decisión la zona orbito frontal frenaría la información proveniente de la amígdala, procesaría las expectativas e imaginaria el futuro. La zona frontal polar se activaría almacenando las opciones que suponen una recompensa. La neuronas de esta última zona y las de la zona frontal lateral encargada del cálculo de las ventajas e inconvenientes se frenan entre sí.  Finalmente la zona lateral contextualizaría la situación y obtendríamos una decisión.

En resumen  la clave de que podamos tomar decisiones sin estar determinados por las emociones esta en nuestra capacidad de frenar la información que nos llega a la corteza frontal desde el sistema emocional y de razonar la opción que decidiremos. 
Bibliografia.




3 comentarios:

  1. joer te a kedado mu currado el post e interesante, sinceramente lo del experimento de con lo de la via da que pensar 1 vida o 5 xd pero eso de ser tu el "verdugo" de esa otra persona... aunque en el momento hagas lo correcto despues vendrian remordimientos.

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  2. Gracias george!, la verdad es que el campo de los remordimientos seria otra cosa interesante de investigar pues son la otra cara de la moneda, una cara que te puede hasta enloquecer.

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  3. Impresionante!!! Creo que la ciencia aplicada en la psicologia tiene muchas respuestas. Muy interesante

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