martes, 28 de diciembre de 2010

El estrés potencia la memoria.



Parece ser que los científicos  han encontrado una relación entre las conocidas “hormonas del estrés” y la potenciación de la memoria, tal como hemos podido conocer de la mano del neurobiólogo James McGaugh.

 Aunque el estrés crónico perjudique la capacidad de fijación y evocación de recuerdos a largo plazo, parece ser que el estrés que supone la experiencia de una emoción puede intervenir en la consolidación de los recuerdos que acompañen a la emoción. La mayoría de las personas recordaran dónde se encontraba cuando recibieron la noticia de los atentados del 11 de septiembre, o su primer beso. Podemos sacar en concluso:

  • Las emociones suelen ir acompañadas de diferentes niveles de estrés.
  • Los recuerdos fuertes no se crean inmediatamente sino que se consolidan lentamente en el tiempo que trascurre tras la experiencia.
  • El papel de las “hormonas del estrés” (Adrenalina y Cortisol)  en la fijación de recuerdos fuertes tiene su principal zona de actuación en la amígdala cerebral.
  • Los ratones a los cuales se les inyecto noradrenalina en la amígdala justo después de la experiencia novedosa incrementaron el recuerdo de esta frente a los control.
  • En humanos la actividad de la  amígdala se incrementa también ante la fijación de recuerdos visuales emotivos.



Los principales protagonistas aquí son la Adrenalina y el Cortisol (Corticosterona en los ratones) más conocidas como “Las hormonas del estrés”, ambas segregadas en la glándula suprarrenal. Estas hormonas ejercen su influencia mediante su secreción en el torrente sanguíneo, y es en este punto donde los científicos se toparon con un problema. ¿Cómo actúan, entonces, las hormonas para reforzar recuerdos de los sucesos si estas tardan un tiempo desde que se experimenta esos sucesos hasta que son segregadas y llegan a los diferentes receptores? 

Ante esta pregunta se ha determinado que los recuerdos fuertes no son creados inmediatamente en el momento de la vivencia, sino que se consolidan lentamente en el tiempo que trascurre tras la experiencia. De esta manera parecer ser que es la intensidad de las reacciones cerebrales las que determinan la fuerza del recuerdo anterior.

Aunque estas hormonas activen muchas regiones cerebrales existe una región que tiene un papel muy importante en la consolidación de la memoria: la amígdala. Estas hormonas al llegar a los receptores de las neuronas de la amígdala fuerzan a esta a segregar el neurotransmisor noradrenalina

McGaugh ilustra un par de ejemplos de experimentos llevados a cabo con ratas en los que se demuestra la importancia de la noradrenalina en la memoria.

Experimento 1. 



Se introduce una rata en una caja dividida en dos compartimentos conectados. Al pasar del primer compartimento al segundo, se aplicó una ligera descarga eléctrica en los pies de la rata. Cuando se repitió el experimento al día siguiente, la rata se quedó en el primer cubículo varios minutos antes de entrar en el compartimento donde se le había aplicado la descarga eléctrica, lo cual demuestra que recordaba la experiencia del día previo.

Tras la primera sesión se les administro pequeñas dosis de noradrenalina a un grupo de ratas. Los científicos observaron cómo este grupo permaneció mucho más tiempo en el primer cubículo que el grupo control, y no solo esto, sino que el tiempo aumentaba proporcionalmente a la cantidad de noradrenalina administrada en la amígdala. Como conclusión obtuvieron la relación entre la cantidad de noradrenalina inyectada y el recuerdo del estimulo doloroso asociado al segundo compartimento.

Experimento 2.


Colocamos  uno por uno a unos ratones de laboratorio, animales con una curiosidad innata, en una caja cerrada con dos objetos idénticos. Los ratones comenzaron a inspeccionar ambos objetos sin aparente preferencia.  Más tarde se retiraron los animales y se dividieron estos en dos grupos:

  • Al primer grupo se le inyecto Noradrenalina. 
  • Al segundo se le inyectó un fármaco que bloquea la acción de la noradrenalina.
 Al día siguiente, se reemplazó uno de los objetos originales por uno nuevo y se puso a los ratones nuevamente en la caja. El resultado fue que los animales que habían sido inyectados con noradrenalina exploraron más detenidamente el objeto que no habían visto el día anterior, lo que demuestra que el recuerdo había sido consolidado. En cambio, las ratas que habían recibido el fármaco se detuvieron el mismo tiempo en ambos.

Los experimentos en humanos, por razones éticas, no pueden ser tan explícitos como los anteriores, sin embargo se han conseguido resultados similares. Mediante técnicas de resonancia magnética se ha podido relacionar la actividad de la amígdala con el visionado de imágenes con una carga emotiva, y conociendo la actividad de esta, los científicos pudieron predecir que imágenes recordarían mejor los sujetos pasada una semana.

                Este conocimiento ha abierto nuevas puertas de investigación en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer que afecten a la memoria. Existe un grupo en la Universidad de California que esta investigando sobre el efecto de las hormonas del estrés como una nueva estrategia terapéutica frente al Alzheimer, todo claro como remedio sintomático, es decir, para paliar los síntomas derivados de esta y no para la eliminación de la enfermedad en sí.

                Siempre me resultó curioso como muchas personas, yo incluido, frente a presión ante los exámenes conseguían memorizar mejor lo que estudiaban en los días inmediatos previos que lo que memorizaban semanas atrás.

Bibliografía: El estrés y la memoria. James L. McGaugh. Universidad de California. 
National Geographic Cerebro y Emociones.

1 comentario:

  1. Muy buena entrada.

    Al hilo de todo esto que comentas, señalar que en estudios con personas, se ha visto como la administración de Propanolol (fármaco betabloqueante, que al parecer afecta en la síntesis de proteínas clave para el recuerdo), afecta negativamente al recuerdo de episodios emocionalmente significativas, en forma de historias contadas (no así al recuerdo no emocionalmente significativo).

    De hecho, se está estudiando su empleo, y parece que con éxito, justo después de que sujetos sufran un episodio traumático, para evitar el desarrollo de Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). Ya hay resultados exitosos, como digo.

    De la misma manera, se estudia emplearlo ya una vez desarrollado el TEPT, pidiéndo al sujeto que tome el fármaco cuando sufra un episodio de recuerdo involuntario del episodio traumático.

    Vídeo relacionado: http://www.dailymotion.com/video/x9cphl_propanolol-borrando-los-recuerdos-t_school

    Aunque ante esto también surgen dilemas éticos. Como hasta qué punto podemos "controlar" la mente de un individuo.
    Además de que se duda que se borrado solo afecto a los recuerdos que queremos que afecten, y no a otros.

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